Hola compañeras:
Hoy me he levantado y lo primero que he hecho ha sido llorar, me sentía herida por lo que había sucedido la noche anterior.
Desde hace dos años vivo con mi nueva pareja y por primera vez en mi vida me he sentido dispuesta a casarme con él.
Por supuesto no le he dicho que le quiero, ni que me siento a gusto con él, ni nada, en vez de eso me he visto, barriendo, limpiando, cocinando, sirviendo, haciendo coladas, haciendo de chófer y le he dicho ehhh necesito un sueldo, me lo merezco, ahora entiendo porque la gente se casa.
En realidad la idea fue suya, me ha dicho que se quería casar conmigo innumerables veces pero claro primero tenía que divorciarse, cosa que ya ha hecho, y por fin yo, recuperada, sintiéndome valiosa, se lo pido sin romanticismos y el se enfada y me da calabazas.
Esta bien yo no se lo pedí de una forma muy seductora, pero desde cuando firmar un papel es romántico.
No metamos el romance en un papel por Dios, porque eso de querer, si que es sagrado.
Pero no lleva firma, digo yo.
O sea que ahora quiero, lavo, friego etc..sin ningún derecho, como siempre, soy un chollo.
¿Que hacer?
