Ayer me dieron Calabazas

Hola compañeras:
Hoy me he levantado y lo primero que he hecho ha sido llorar, me sentía herida por lo que había sucedido la noche anterior.
Desde hace dos años vivo con mi nueva pareja y por primera vez en mi vida me he sentido dispuesta a casarme con él.
Por supuesto no le he dicho que le quiero, ni que me siento a gusto con él, ni nada, en vez de eso me he visto, barriendo, limpiando, cocinando, sirviendo, haciendo coladas, haciendo de chófer y le he dicho ehhh necesito un sueldo, me lo merezco, ahora entiendo porque la gente se casa.
En realidad la idea fue suya, me ha dicho que se quería casar conmigo innumerables veces pero claro primero tenía que divorciarse, cosa que ya ha hecho, y por fin yo, recuperada, sintiéndome valiosa, se lo pido sin romanticismos y el se enfada y me da calabazas.
Esta bien yo no se lo pedí de una forma muy seductora, pero desde cuando firmar un papel es romántico.
No metamos el romance en un papel por Dios, porque eso de querer, si que es sagrado.
Pero no lleva firma, digo yo.
O sea que ahora quiero, lavo, friego etc..sin ningún derecho, como siempre, soy un chollo.
¿Que hacer?

insomnio

Hoy he recibido una llamada telefónica de mi hermano, había quedado con mi familia para ir a verles. En teoría el viene a donde yo vivo y yo me voy con el a 1000km de distancia para visitar a unos padres enfermos.
Horror, rencor, pánico...se me ha echo un nudo en el estomago y a partir de ahí el infinito dialogo entre tanatos fuerza del mal y eros fuerza del amor.
No les puedo perdonar que me abandonaran cuando tan solo era una adolescente, creo que esto marco mi vida, mi carrera, mi felicidad y sobretodo mis penas, mis angustias y esa terrible sensación de no tener nadie ni nada donde agarrarte porque por otra parte a eso te han acostumbrado a estar absolutamente desamparado afectivamente.
Las fuerzas de tanatos y eros se intensifican, últimamente estoy leyendo a Alejando jodorovsky, un libro sobre sus vivencias "la danza de la realidad" publicado en editorial Siruela, dice que el origen de todo mal reside en la falta de afectos recibidos por parte de nuestros padres solo que para nosotros es tan doloroso que lo enmascaramos incluso creándonos una enfermedad.
Yo no estoy del todo de acuerdo con eso, pues se nace ya con propensión a la bipolaridad la cual se desarrolla antes o después, sin embargo, si les culpo de mucho dolor, del dolor que me causo su indiferencia y del principio de mis bajadas de ánimo y de muchas más cosas.
Que Dios les acoja yo haré lo que pueda.